Fabricando el renacimiento: una retrospectiva flash entre sintetizadores

Bass Station (1992): el revival anal贸gico arranc贸 aqu铆, pero el mundo no se enter贸…

Este art铆culo es una colaboraci贸n de Alex Martin.

Hace tiempo que le daba vueltas y por fin me he decidido… Voy a escribir sobre m煤sica y tecnolog铆a, las dos pasiones de mi vida. He tenido la inmensa suerte de ver y experimentar c贸mo la m煤sica electr贸nica popular ha nacido, crecido y evolucionado. Desde mi perspectiva, hoy me parece indiscutible que es un g茅nero aceptado que muchos seguimos con la misma pasi贸n desde hace a帽os.

Los ni帽os de Commodore

Recuerdo los primeros a帽os 80, cuando tener un sintetizador en casa era algo raro, caro y hasta oscuro, casi lo mismo que disponer de un ordenador “personal”. En esos d铆as y ya con mis inquietudes bien despiertas, busqu茅 la manera de poseer un sinte sin que mi madre tuviese que hipotecarse de por vida. Y ah铆 apareci贸 mi Commodore 64, que montaba el circuito integrado de s铆ntesis SID, provisto de tres osciladores, filtros y generadores de envolvente que ahora son tan habituales.
El 煤nico problema de CBM C64 era lo complicado que se hac铆a operar y conseguir alg煤n sonido interesante para alguien sin conocimientos. Mucho tiempo pas贸 hasta que se dispuso de software que ayud贸 a las personas que no ten铆an nociones de programaci贸n a bajo nivel -a esas herramientas se les llam贸 trackers.

CBM C64, una leyenda entre los 8bit-computers con su chip sonoro SID
CBM C64, una leyenda entre los 8bit-computers con su chip sonoro SID

Sintes de verdad

Lleg贸 la era del sintetizador comercial, con modelos hoy m铆ticos como Roland Juno 60, Korg Polysix y MS-20, teclados que yo pod铆a escuchar cuando los tra铆a alguna que otra orquesta itinerante o se expon铆an en tiendas especializadas. En 1982, todos 茅stos ya eran “m谩s asequibles”, pero sus precios a煤n estaban fuera del alcance de un “particular”.
Con esos instrumentos reinando en el mercado, fructificaron los m茅todos de conexi贸n entre sintes, como CV (o Control Voltage) que, a modo de micro-resumen, transmit铆a pulsos el茅ctricos a trav茅s de cables de cobre. Era un sistema “espartano”, pero curiosamente, no ha desaparecido y algunos fabricantes lo han vuelto a recuperar [Roland tambi茅n propuso su propio sistema de control, DCB, aunque no fue m谩s all谩 del dominio de sus propios sintes -Ed].
Con los primeros Mac o los posteriores Atari ST, fue un aut茅ntico placer disparar v铆a MIDI todas las m谩quinas que hab铆as podido reunir, y controlarlas desde el rat贸n y tu teclado musical…
El sistema MIDI (que a煤n nos acompa帽a) fue propuesto en 1983, y aparecieron los primeros secuenciadores hardware junto a sintes que ya usaban este protocolo, como el hoy famoso Roland Juno-106. Hacia 1986, asistimos a una de las revoluciones m谩s determinantes en la creaci贸n musical con la oferta de ordenadores como los primeros Mac o los posteriores Atari ST, todos ellos capaces de ejecutar software de composici贸n MIDI, con las versiones primigenias de Cubase o Notator. Fue un aut茅ntico placer disparar v铆a MIDI todas las m谩quinas que hab铆as podido reunir, y controlarlas desde el rat贸n y tu teclado musical.
Aquellos sintes, que compr谩bamos de segunda, tercera o cuarta mano, estaban repletos de controles que pod铆as tocar con tus dedos, y pronto la ejecuci贸n de cambios sobre los par谩metros de aquellos aparatos dio forma a la belleza de la m煤sica electr贸nica.

Bellas superficies digitales sin controles

El tiempo sigui贸 su curso y los fabricantes se esforzaban por ofrecer sintetizadores cada vez m谩s comprensibles y “musicales” para m煤sicos, y no para los ingenieros. El transistor y la resistencia aguantaron bien durante a帽os, pero lleg贸 la revoluci贸n digital y la integraci贸n masiva de transistores en un cuerpo de silicio -consecuentemente, las grandes marcas musicales empezaron a fabricar instrumentos aprovechando las nuevas posibilidades.


El sampling y el sampler marcaron una revoluci贸n s贸lo explicable con la tecnolog铆a digital, dispon铆amos de mucha memoria ROM y RAM para sonidos, los osciladores digitales no se desafinaban, y las pantallas LCD mostraban informaci贸n interesante y al detalle. Pero esa tecnolog铆a rest贸 casi toda la importancia a los controles f铆sicos de los par谩metros, y el sonido se hizo fr铆o e impersonal por su excesiva dependencia de grabaciones digitales de instrumentos reales.
Hoy, muchos de esos teclados han alcanzado la consideraci贸n de cl谩sicos, como Korg M1 y Roland D-50, e incluso el poderoso Yamaha DX7, que a pesar de su potente s铆ntesis FM, interpuso las f贸rmulas matem谩ticas como una barrera ante la libre creaci贸n del sonido.

Publi de Korg DSS-1 (1987), sampling primigenio entre s铆ntesis digital y el avance del software
Publi de Korg DSS-1 (1987), sampling primigenio entre s铆ntesis digital y el avance del software

Acceso global a la creaci贸n musical

La siguiente evoluci贸n naci贸 dentro del ordenador, con mejoras inmensas en cuanto a la capacidad de proceso y su memoria: ello permiti贸 que los programadores creasen simulaciones digitales de instrumentos reales, ya fuesen f铆sicos o electr贸nicos. Nos acostumbramos a usar t茅rminos como modelado f铆sico y otras cosas que sonaban prometedoras. A mediados de 1997, Propellerhead Software irrumpi贸 con Rebirth, un software que emulaba el sonido y las funcionalidades de dos basslines TB-303 y una caja de ritmos TR-808, todos instrumentos consagrados por Roland unos 15 a帽os antes.
Los ordenadores sonaban muy bien, pero el hecho de que muchos nunca los consideramos como instrumentos musicales nos hizo volver la mirada atr谩s… ¿Qu茅 ten铆an de malo los sintetizadores reales?
Fue el comienzo de un ciclo, y la evoluci贸n nos llev贸 a embriagarnos con instrumentos virtuales que sonaban desde el interior de nuestros ordenadores. Hubo prisas por vender el hardware y sacarse de encima los anticuados samplers de Akai, pues el ordenador promet铆a hacer mucho m谩s por mucho menos. Las oportunidades para comprarse sintes por poco dinero surg铆an por todos lados, pues casi nadie quer铆a dedicarles espacio y cuidados.
En definitiva, los ordenadores sonaban muy bien, pero el hecho de que muchos nunca los consideramos como instrumentos musicales nos hizo volver la mirada atr谩s… ¿Qu茅 ten铆an de malo los sintetizadores reales? La 煤nica respuesta era de peso, justo por eso y el sitio que ocupaban. A煤n as铆, muchos pensamos que en alg煤n momento las marcas se dar铆an cuenta de que cierta gente a煤n demandaba sintetizadores de verdad. No se trataba de renunciar al ordenador, si no de complementarlo y sobre todo, volver a experimentar la felicidad y el placer de la creaci贸n sonora usando los dedos y pellizcando controles.

Por fin lleg贸 el revival anal贸gico

La primera d茅cada del siglo XXI alberg贸 las ambiciones de marcas y fabricantes que se apresuraban por ofrecer una multitud de teclados y superficies de control MIDI. El concepto se reinventaba cada a帽o, con la promesa de ajustar con tus dedos todos aquellos softsintes que viv铆an en tu ordenador y que se hac铆an de rogar con el pobre y p茅simo control desde un inexpresivo rat贸n. El arreglo funcion贸 mas o menos, pero no del todo: el tiempo se perd铆a cuando tratabas de conseguir que aquellos controladores moviesen el par谩metro que realmente deseabas…
A pesar de que, a帽os antes, Novation hab铆a lanzado un atractivo monosinte anal贸gico de bajo coste con el nombre de Bass Station (en 1992), y de que otros fabricantes explotaron la fiebre 303 para vender cl贸nicos en formato rack, no fue hasta el arranque de la segunda d茅cada de 2000 que la gente empez贸 a unirse en una sensaci贸n com煤n… ¿Por qu茅 las grandes marcas no vuelven a fabricar sintes y cajas de ritmos como las de antes? ¡Que lo hagan, tienen los esquemas y todos los detalles!
En un buen sentido, esa pregunta ha tenido su respuesta… ¡Qu茅 demonios, en un sentido maravilloso! Pero eso lo dejo para mi pr贸ximo post en El OSCiloscopio, mi nuevo blog en FutureMusic.es, al cual por supuesto quedas invitado.

Bass Station (1992): el revival anal贸gico arranc贸 aqu铆, pero el mundo no se enter贸…
Bass Station (1992): el revival anal贸gico arranc贸 aqu铆, pero el mundo no se enter贸…

Publicado en: FutureMusic-es.com el 15/07/2014

Alex Mart铆n
Alex Martin
Referencia imprescindible para entender la escena electr贸nica espa帽ola, Alex Mart铆n es adem谩s uno de los artistas espa帽oles m谩s internacionales en m煤sica de club. Sus trabajos decoran los cat谩logos de sellos europeos como F:Com, Playhouse, Hypnotism y Klang, adem谩s de sus contribuciones en varias plataformas nacionales, como Boozo, Cosmos o Minifunk. Desde el dance electronica al tech house y el techno, sin obviar pasajes antag贸nicos por el downtempo o el jazz electr贸nico, la energ铆a todoterreno de Alex Mart铆n es inagotable. Y su pasi贸n por la tecnolog铆a musical es un nexo de uni贸n con nuestros lectores –su vida est谩 repleta de aventuras de 茅xito sobre m谩quinas musicales de todos los tiempos que, a modo de naves oscuras, le han servido para surcar un universo espectral de frecuencias.

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